El baño de sauna tiene muchos beneficios comprobados para la salud. Además de los efectos sobre la salud del corazón, la calidad del sueño y la recuperación del estado físico, el calor húmedo del sauna puede reducir la frecuencia de las enfermedades.
Protección contra virus.
El sauna en sí no es una cura para las infecciones, pero puede ayudar a reducir las posibilidades de contraer gripe y otras enfermedades. Los virus generalmente se transmiten de persona a persona a través del contacto físico, y también pueden existir en las superficies y transmitirse al toser y estornudar.
Parte de la rutina de baño del sauna incluye el lavado antes y después del sauna, lo que ayuda a prevenir la transmisión por contacto físico.
El calor húmedo ayuda a contrarrestar la posible infección. El baño de sauna es una forma de ayudar a que los virus estén inactivos antes de ingresar al cuerpo.
Se ha estudiado que las altas temperaturas y especialmente el calor húmedo con vapor de agua pueden desactivar los virus de manera efectiva. Incluso a una temperatura de 55 – 70°C (calor húmedo), el virus puede contrarrestarse en unos pocos minutos y, por lo tanto, hay una pérdida de infectividad (Böhm, R. 2002. Virusinaktivierung). ¿Ya estás enfermo? No vayas al sauna.
Si ya tienes fiebre alta o sientes que te estás enfermando, debes descansar en lugar de tomar un sauna.
El sauna afecta al cuerpo como el ejercicio moderado, y no se recomienda hacer ejercicio si tienes gripa o cualquier cosa que cause fiebre, dolores musculares y debilidad. Es común suponer que puedes sudar el virus, pero los expertos médicos no lo recomiendan.
¡Esperamos que te mantengas saludable y disfrutes de muchos momentos relajantes en tu sauna!